Entre montañas y aguas tranquilas, El Peñol y Guatapé guardan una historia llena de memoria y belleza. Lo que un día fue un pueblo sumergido.
Colombia es un país lleno de historias únicas, donde la memoria de las comunidades se mezcla con la transformación del paisaje. Uno de los ejemplos más emblemáticos de esta relación es el caso del Viejo Peñol, un antiguo municipio ubicado en el departamento de Antioquia, que fue desplazado para dar paso a una de las obras de infraestructura más ambiciosas del país: el embalse de Guatapé.
El Museo de El Peñol es un lugar muy bonito y lleno de historia. Está ubicado en el nuevo pueblo de El Peñol, cerca de Guatapé, en Antioquia, Colombia. Este museo fue creado para recordar al antiguo pueblo de El Peñol, que quedó bajo el agua cuando construyeron la represa en los años 70.
El municipio de El Peñol fue fundado en 1714, en una zona estratégica entre montañas y ríos. Durante siglos, el pueblo prosperó gracias a la agricultura, la ganadería y el comercio local. Su población, profundamente religiosa, dejó huella en su arquitectura y en las tradiciones que aún hoy se conservan.
Cuando visitas el Museo del Peñol, hay varias cosas que debes tener en cuenta. Primero, es importante respetar las exposiciones, no tocar los objetos antiguos y seguir las instrucciones que te den. También es bueno caminar despacio y hablar en voz baja para no molestar a los demás visitantes.
La arquitectura de los pueblos de El Peñol y Guatapé es una de las cosas que más llaman la atención de los turistas y de las personas que los visitan. Aunque están cerca uno del otro y comparten muchas tradiciones, cada uno tiene su propio estilo y encanto especial.
En el caso de Guatapé, lo que más destaca son los famosos zócalos. Estos son unos dibujos coloridos que están en la parte baja de las fachadas de las casas.
“Las paredes coloridas y los detalles tradicionales de estos pueblos no solo adornan sus calles, sino que también conservan el alma y la historia de su gente.”